La inflación podría descarrilar los planes del primer ministro Sánchez

JB Marine Ares | La oposición acusa al Primer Ministro español de aferrarse al poder independientemente de las formas y medios para lograr ese objetivo. Ya ha roto su promesa electoral de no reconciliarse con la extrema izquierda Podemos. Antes de la votación, les dijo a los votantes que no dormiría en paz y compartiría su cama con el líder del partido. Después del día de las elecciones, se apresuró a formar un gobierno de coalición con él, lo que hizo que su antiguo insomnio fuera objeto de burla. También rompió su promesa de no inclinarse ante los separatistas catalanes. Ahora los está persuadiendo, su apoyo resulta vital para preservar su cargo de primer ministro. Sin embargo, pocos políticos actuarían de otra manera dadas las circunstancias. Su trabajo inusual requiere sobrevivir todas las semanas hasta el viernes por la tarde y allanar el camino para llegar primero después de la pole en la próxima competencia electoral.

El primer ministro Sánchez gobierna cómodamente y cuenta con un fuerte apoyo parlamentario de muchos grupos que temen cada vez más que los partidos de derecha puedan prevalecer en unas elecciones anticipadas. Pero ahora está rezagado en las encuestas, concentrado en planes para revertir esa tendencia y arrebatar la victoria dentro de dos años. Su estrategia se basa en las sólidas perspectivas de un crecimiento económico saludable. No puedes encontrar una carta ganadora mejor. Está en marcha una recuperación completa, que proporciona una plataforma ideal para mantener el apoyo de la mayoría. Derrocar a un gobierno saliente favorecido por fuertes vientos de cola siempre resulta ser una tarea abrumadora. Sin embargo, Sánchez quiere acabar con esa entrega con una recompensa social. No es de extrañar que justificara su última reorganización del gabinete antes del receso de verano con el objetivo de una recuperación justa, sobre la base de un aumento constante del salario mínimo.

Desafortunadamente, sus facturas de electricidad aumentaron, lo que lo obligó a actuar de manera algo torpe y altamente intrusiva. Peor aún, su socio de coalición se llevó todos los beneficios por cada beneficio social acordado por el gobierno. En cuanto a salarios mínimos y precios de la energía, la principal ministra de Podemos pudo presumir de tener ventaja sobre sus compañeros socialistas. Así que la estrategia de Sánchez es contraproducente, diluyendo las probabilidades de un buen resultado de su partido.

Tal revés podría convertir la estrategia del primer ministro español en una apuesta perdida, si la alta inflación frena los beneficios y eleva los costes. Estas previsiones, que probablemente socavarán la ventaja competitiva y frenarán las expectativas de crecimiento, no parecen descartadas en toda Europa. Esto provocará que el Banco Central Europeo deshaga de inmediato su actual postura consensuada. También puede alimentar los temores sobre la sostenibilidad de la indulgencia en los enormes déficits y el creciente endeudamiento. A medida que cambie la marea, España resultará extremadamente débil, ya que su desempeño fiscal parece estar lejos de ser justo. Los funcionarios y analistas restan importancia a la amenaza de inflación, considerando que la ronda actual es temporal. Sin embargo, si gana impulso, podría descarrilar los planes de regreso de Sánchez.

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