La carga fiscal sobre el empleo en España sigue aumentando y actualmente se sitúa en el 40,2%, 5,4 puntos por encima de la media de la OCDE.

La carga fiscal en España ha aumentado de forma generalizada, tanto para las empresas como para los ciudadanos, en contraste con un aumento muy ligero de la carga fiscal en la mayoría de las economías avanzadas.

En concreto, la presión fiscal sobre los salarios medios (incluidas las cotizaciones a la seguridad social y el IRPF) aumentará hasta el 40,2% del coste laboral total en 2023, seis décimas más que el año anterior, según las cifras publicadas ayer por la Organización para el Desarrollo Económico. -operación. . Operaciones y Desarrollo (OCDE). Esto convierte a España en el quinto país desarrollado que ha aumentado la presión fiscal sobre los salarios de los trabajadores y ha ampliado la brecha con la media.

La cuña fiscal, o presión fiscal sobre los costes laborales, se eleva hasta el 40,2% para el salario medio español en el caso de una persona soltera sin hijos, según las cifras incluidas en el informe Taxation of Wages 2024, publicado ayer por la Organización para el Desarrollo Económico. Cooperación y Desarrollo.

Esta cuña fiscal mide la diferencia entre el coste laboral total que paga una empresa por contratar a un trabajador y el dinero que el trabajador acaba recibiendo neto, una vez deducidas las cotizaciones sociales que paga la empresa, las que pagan los asalariados y el IRPF. Esta cifra aumentó seis décimas de punto porcentual el año pasado, debido a un aumento de las cotizaciones sociales y a un marco internacional de planificación familiar que no se reduce, y es el quinto mayor aumento entre los países desarrollados, sólo por detrás de Australia (que suma 2,2 puntos a PIB). brecha fiscal), Luxemburgo (1,4 puntos), Nueva Zelanda (1) y Letonia (0,7).

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Este incremento refuerza a España como uno de los países con mayor presión fiscal sobre el trabajo, 5,4 puntos por encima de la media.

En 2000, la cuña fiscal en España era del 38,6% de los salarios totales, alrededor de 1,6 puntos menos que las cifras actuales, mientras que en los países de la OCDE era del 36,2%, una diferencia de 2,4 puntos que se ha duplicado en las últimas décadas. Como resultado, España ha ido aumentando su carga fiscal sobre el empleo en los últimos años, pasando del puesto 16 entre 38 países de la OCDE en 2021 al 14 el año pasado, tras haber superado a la República Checa y Grecia.


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