Los 20 países que utilizan el euro y sus 346 millones de habitantes experimentaron un crecimiento económico de un modesto 0,3 % en el segundo trimestre del año, pero las perspectivas siguen siendo relativamente débiles.
La economía de la eurozona creció un modesto 0,3% en el segundo trimestre de este año, según una estimación preliminar de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, el miércoles.
En el primer trimestre de 2023, el PIB se mantuvo estable en la Eurozona y aumentó un 0,2% en la UE. La tasa del PIB del bloque aumentó un 0,6% en comparación con el segundo trimestre de 2022.
El crecimiento de Irlanda del 3,3%, el mayor de la eurozona, distorsiona el panorama general. Sus cifras de crecimiento a menudo muestran fluctuaciones significativas debido a que las principales empresas internacionales establecen su sede allí, incluidos gigantes tecnológicos como Meta, Google y Apple.
Francia y España fueron más típicos, con un crecimiento del 0,5 % y del 0,4 % respectivamente, pero la economía más grande de la eurozona, Alemania, se estancó e Italia tuvo peores resultados con una contracción del 0,3 %.
Aunque hay algo de aliento en las cifras recientes, la situación todavía es relativamente débil.
Las altas tasas de interés diseñadas para combatir la inflación proyectan una sombra porque hacen que los préstamos, las inversiones y los gastos sean más caros para los hogares y las empresas.
Anualmente, la eurozona creció solo un 0,6%, su peor desempeño desde la recesión de 2020-2021.
Por su parte, el empleo en la eurozona aumentó un 0,2% en el segundo trimestre, registrando un incremento del 1,5% respecto al segundo trimestre del año pasado.
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