Las narrativas feministas han sido secuestradas para comercializar pruebas médicas

Un análisis publicado en el British Medical Journal encontró que los mensajes sobre el empoderamiento y los derechos de las mujeres se están utilizando de manera inapropiada para comercializar productos relacionados con la salud de las mujeres.

Un análisis realizado por investigadores australianos ha descubierto que las empresas están explotando los mensajes feministas sobre el bienestar de las mujeres para promover pruebas y tratamientos de salud inútiles.

Su estudio describe cómo estos mensajes de marketing reflejan los utilizados para promover productos nocivos como el tabaco y el alcohol entre las mujeres en la década de 1980.

Sostienen que es probable que las mujeres se vean expuestas a daños como diagnósticos excesivos y tratamientos innecesarios debido a mensajes que las alientan a asumir la responsabilidad de su salud.

El análisis utiliza el ejemplo de algunas aplicaciones de seguimiento menstrual que afirman diagnosticar afecciones reproductivas como el síndrome de ovario poliquístico. Los investigadores también destacaron la comercialización de la prueba AMH, que mide los niveles de la hormona antimulleriana en la sangre.

Esta hormona está relacionada con la cantidad de óvulos en los ovarios de una mujer, pero la prueba no puede predecir de manera confiable las posibilidades de que una mujer quede embarazada. A pesar de esto, muchas clínicas de fertilidad y empresas en línea comercializan y venden la prueba como una herramienta de fertilidad, utilizando frases como “la información es poder” y “hazte cargo de tu fertilidad”.

La Dra. Brooke Nickel, una de las autoras principales del estudio, dijo que la responsabilidad de transmitir estos mensajes de salud no debería recaer en mujeres individuales. «La responsabilidad de ser más claras respecto de sus límites debería recaer en gran medida en las empresas que comercializan estas intervenciones sanitarias», afirmó.