La posición del sector financiero español en un escenario macro más complejo
Discurso del Gobernador del Banco de España (BdE) analizando la situación del sector bancario español ante los riesgos de ralentización económica a escala mundial, en un contexto macrofinanciero muy complejo, caracterizado por una elevada inflación, endurecimiento de las condiciones de financiación y la creciente incertidumbre. Si bien el punto de partida para el sector bancario es positivo, el gobernador recomienda a los bancos ser prudentes y tener una política de provisión y planificación de capital muy prudente en los próximos trimestres.
Los puntos principales del discurso:
- El punto de partida para las instituciones es sólido y la posición financiera de las personas y empresas es mejor que durante la crisis financiera:
– La ratio de morosidad al sector privado residente en España desciende hasta el 3,8% en junio de 2022, para volver a sus niveles históricos más bajos tras la crisis financiera mundial.
El ratio de rentabilidad de la banca española se sitúa en el 10% en el primer semestre del año, por encima del coste del capital (7% según estimaciones del BdE) mientras que el ratio de solvencia (CTE1) se sitúa en el 12,9% en junio de 2022, 70 puntos básicos más. Nivel prepandemia (12,2%).
La situación financiera del sector privado ha mejorado. El peso de la deuda de familias y empresas sobre el PIB se estabilizó en el 150,4%, justo por debajo de la media europea y 76 puntos por debajo de su máximo de junio de 2010.
- Efectos de subir las tasas de interés: Un incremento de 300 puntos básicos, en línea con lo observado hasta el momento, incrementaría la proporción de hogares con alta carga de deuda en 3,9 puntos porcentuales hasta el 13,8% de la población. En el caso de las empresas, aquellas que sufrirán una carga financiera significativa tras la subida de tipos supondrán el 10,7% del empleo (9,1% antes de la subida de tipos).
En cualquier caso, el gobernador señala que el entorno macrofinanciero actual aumentará la vulnerabilidad financiera de los hogares, las empresas y el sector público e incluirá un ajuste a la baja tanto en sus decisiones de consumo como en su inversión en vivienda.
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