La estrella española ganadora de la Copa del Mundo, Gheni Hermoso, dijo a un juez el martes que el beso que le obligó el ex presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, «no fue consensual en absoluto» y que fue presionada para defender sus acciones.
Al llegar a la Audiencia Nacional de Madrid poco antes de las 10 a. m. (8 p. m. EST), el hombre de 33 años fue a declarar ante el juez Francisco de Jorge, que está investigando a Rubiales por acusaciones de agresión sexual y coerción.
«Ahora todo está en manos del sistema judicial y eso es todo lo que puedo decir», dijo a los periodistas al salir del tribunal varias horas después.
Una fuente judicial dijo a la AFP que ella «ratificó la afirmación del Ministerio Público de que el beso fue completamente inesperado y no fue consentido en ningún momento».
Durante el incidente del 20 de agosto, el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol le agarró la cabeza con ambas manos y la movió. La besó con fuerza en los labios después de que España ganara el Mundial de Australia.
Dijo que el acto fue un «besito consensuado», pero Hermoso insistió en que no lo fue. Ella presentó una demanda contra él en septiembre, diciendo al juez que había sido presionada para defender a Rubiales, tanto durante el vuelo de regreso de Australia como en unas vacaciones posteriores del equipo a Ibiza, en las Islas Baleares.
“Tras el incidente, la situación vivida por la víctima, tanto durante su viaje de regreso a España como durante su estancia en Ibiza, fue de constante acoso por parte de los investigados, lo que trastornó su vida normal provocándole ansiedad y angustia”. Dijo la fuente, citando el testimonio de Hermoso.
Multa o prisión de hasta 4 años.
Según la legislación española, un beso no consentido puede considerarse agresión sexual, una categoría penal que incluye todo tipo de violencia sexual.
Las penas por este beso van desde una multa hasta cuatro años de prisión. Rubiales, de 46 años, que está sujeto a una orden de alejamiento que le prohíbe estar a menos de 200 metros de Hermoso, también está acusado de “coerción” por presionarla para que justificara sus acciones, que fueron retransmitidas en directo en todo el mundo.
El beso provocó una indignación generalizada y provocó su suspensión por parte de la FIFA.
Rubiales compareció ante el tribunal el 15 de septiembre.
En octubre, el juez interrogó a otras tres personas sobre acusaciones de que también habían presionado a Hermoso: el ex entrenador femenino Jorge Villeda, el director del equipo masculino Albert Luque y el director de marketing de la Federación Española de Fútbol, Rubén Rivera.
Varios otros testigos testificaron ante el tribunal sobre las presiones que enfrentó Hermoso, incluida la dos veces ganadora del Balón de Oro Alexia Putellas y otros dos compañeros de equipo españoles.
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