LUANDA, Angola (AP) – Mientras Angola, uno de los mayores productores de petróleo de África, se prepara para las elecciones generales del miércoles, los votantes debaten si deben votar y sentarse en los colegios electorales para observar el proceso o emitir sus votos e irse a casa.
El llamado a votar y quedarse proviene del partido de oposición de larga data, la Unión para la Independencia Total de Angola, más conocida como UNITA, que dice que se necesita una gran cantidad de personas en los lugares de votación para mantener la precisión de las elecciones.
El presidente Joao Lourenco se postula para un segundo mandato de cinco años mientras su partido, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola, conocido por su acrónimo en portugués MPLA, hace campaña para extender su mandato de 47 años como el partido gobernante del país.
La competencia está liderada por la coalición Frente Nacional Unido, que incluye a UNITA y su candidato presidencial, Adalberto Costa Jr.
UNITA está mostrando un gran impulso y ha logrado obtener el apoyo de muchas figuras clave de la oposición, incluidos intelectuales de alto nivel.
En las elecciones de 1992, UNITA se opuso airadamente a su derrota y volvió a sumergir al país en una guerra civil que duró casi 10 años.
Esta campaña electoral fue notablemente pacífica, con pocos incidentes violentos. Lourenco y Costa Junior se concentraron en hablar de temas, no en atacar a otras partes.
«Hubo muchas provocaciones durante la campaña, pero decidimos no responder. En cambio, llevaremos nuestra denuncia a los tribunales», dijo Costa Jr. en un mitin en Kazinga, un barrio en las afueras de Luanda.
Durante el fin de semana, en Camama, otro suburbio de Luanda, Lourenço evitó atacar directamente a la UNITA y en cambio se centró en describir los logros de su gobierno, incluido un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para apoyar la economía angoleña.
Otros cinco partidos y una coalición compiten en las elecciones, muy lejos de los años en que el MPLA gobernó el país como un estado de partido único. Esta será la quinta elección multipartidista del país desde 1992.
Más de 14,3 millones de personas se registraron para votar en estas elecciones, de la población total de Angola de 33 millones. En las elecciones generales anteriores de 2017, la participación electoral fue del 57% de los registrados.
Por primera vez, la diáspora angoleña pudo votar y 22.560 votantes se registraron para votar fuera del país.
La Comisión Nacional Electoral estará integrada por 105.952 funcionarios y 26.443 casillas electorales para las elecciones.
Además de elegir al presidente, los votantes deben elegir a 220 miembros de la Asamblea Nacional y el gobernante MPLA enfrenta el desafío de mantener su mayoría actual de 150 escaños.
Angola, la antigua colonia de Portugal, es un importante productor de petróleo y diamantes, pero años de guerra civil y corrupción han empobrecido a muchos angoleños.
La economía de Angola está luchando contra el estancamiento económico y la inflación que han causado un aumento en el costo de vida en las áreas urbanas. Una severa sequía ha secado las provincias del sur de Angola, afectando a más de dos millones de personas.
Mientras los mítines electorales estaban en pleno apogeo, el cuerpo del presidente angoleño, José Eduardo dos Santos, quien murió en julio a los 79 años en España, fue devuelto al país. El destino del cuerpo del expresidente fue decidido por los tribunales españoles, luego de que algunos de sus hijos presionaran un caso para mantener sus restos en España. Un tribunal de Barcelona ha dictaminado que dos Santos murió por causas naturales y que su viuda, Ana Paula dos Santos, debe determinar su lugar de entierro, no sus hijos de un matrimonio anterior.
Dos Santos gobernó Angola durante 38 años, de 1979 a 2017, y ganó varias elecciones, aunque los partidarios de la oposición afirmaron que se aprovechó del campo de juego político desigual del país y que las elecciones fueron amañadas. Está ampliamente acusado de amasar una fortuna estimada en miles de millones de dólares a través de la corrupción durante sus años en el cargo.
El cuerpo de Dos Santos llegó el sábado pasado en un avión de pasajeros operado por la aerolínea angoleña TAAG, mientras que la familia llegó en otro avión organizado por el gobierno angoleño. El funeral y entierro de Dos Santos no tendrá lugar hasta después de las elecciones.
La polémica surgió por el transporte del ataúd en el maletero del avión sin escolta militar para sacar el ataúd del avión. En 1979, cuando el primer presidente del país, Agostinho Neto, murió en Moscú, su féretro estaba a bordo en el compartimiento de pasajeros flanqueado por altos oficiales del ejército angoleño.
El entierro de Dos Santos no debería afectar los resultados de las elecciones, y la disputa familiar por su cuerpo no ha sido un tema importante de campaña.
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