Las autoridades españolas investigan después de que familias gitanas fueran expulsadas de sus hogares – The Irish Times

Los fiscales españoles están investigando a las autoridades locales después de que varias familias romaníes fueran desalojadas de sus hogares en una ciudad del sur del país tras el asesinato de un residente local.

Álvaro Soto, un guardia de seguridad de un club nocturno de 29 años, fue asesinado a puñaladas luego de una discusión afuera de un bar el 17 de julio en la ciudad de Beale de Becerro en la provincia de Jaune. 4 personas de la comunidad gitana fueron detenidas en relación con este caso. Dos de ellos han sido puestos en libertad bajo fianza, mientras que los otros dos permanecen bajo custodia.

Al día siguiente del hecho, los habitantes de la zona realizaron una manifestación exigiendo justicia. A continuación, un grupo de personas arrasó una parte de la ciudad habitada por familias gitanas. Pintaron grafitis en las paredes de varias casas y le prendieron fuego a una de ellas. También resultaron dañados tres automóviles pertenecientes a la familia Gypsy.

Siete familias gitanas -22 adultos y nueve niños- huyeron del pueblo, que tiene una población de unos 5.000 habitantes, para provocar la violencia. Ahora se dice que reciben ayuda de familias romaníes en pueblos cercanos.

“Teníamos miedo de la reacción de la ciudad y dejamos todo para salir de allí porque temíamos por nuestras vidas”, dijo José Luis Amador, uno de los refugiados. El Pies Periódico. «Pero queremos tener un hogar al que podamos ir».

En un mensaje de video difundido dos días después de la manifestación, el alcalde de la ciudad, David Rodríguez, la calificó como «uno de los peores momentos en la historia de Peel de Becerra». Expresó su apoyo a la familia de Álvaro de Soto y pidió que se haga justicia.

No mencionó a las familias gitanas cuyos domicilios fueron atacados, aunque añadió: «No hay lugar en nuestro pueblo para los que se aprovechan del sufrimiento y de esta rabia y dolor para crear división y violencia».

En tanto, la diputada local del Gobierno central, Catalina Madueno, dijo que «Peel de Pesero o la provincia de Jan no es racista».

Sin embargo, la Sociedad Gitana Española ha presentado una demanda contra el Sr. Rodríguez, la Sra. Maduyuno y la policía local. En su denuncia, la sociedad dijo que las autoridades locales no deberían haber permitido la manifestación del 18 de julio, que «terminó con vandalismo y ataques criminales a familias gitanas».

La Fiscalía de la Junta de Andalucía investiga ahora cómo las autoridades locales manejaron la situación.

El incidente en Peal de Becerra se produce pocos días después de la introducción de una nueva legislación de igualdad que identifica los delitos de odio por motivos de sexo, raza o religión. Los delitos de odio contra miembros de la comunidad gitana se castigan con hasta cuatro años de prisión según la ley.

El mes también marca el aniversario de un infame pogromo contra los gitanos en 1749 patrocinado por el rey Fernando VI.

«El caso de Biel de Becero debe marcar un gran cambio, que debe implicar un mayor compromiso de todos nosotros contra este flagelo de larga data», dijo Diego Fernández Jiménez, presidente del Instituto de Cultura Gitana.

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