La explosión de una bomba cerca de la sede de la policía colombiana dejó al menos 14 personas muertas

Oficiales y dos civiles resultaron heridos en un ataque terrorista contra un cuartel de la policía en la ciudad colombiana de Cúcuta el lunes.

Se están llevando a cabo investigaciones tras el atentado en la zona de Atalaya de la ciudad, cerca de la frontera con Venezuela.

El jefe de policía de la ciudad, Oscar Moreno, dijo que «los delincuentes dejaron un artefacto explosivo improvisado debajo de un banco en la calle y causaron daños a nuestras instalaciones».

El alcalde de Cúcuta, Jiro Janes, condenó el bombardeo, que dejó 36 personas heridas un mes después de un ataque similar contra el ejército.

A pesar del acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno nacional y el movimiento rebelde de izquierda FARC, los colombianos continúan experimentando altos niveles de inseguridad por las actividades de los grupos armados estatales y no estatales, pobreza, desigualdad y delitos relacionados con las drogas durante décadas.

El sábado la Organización Nacional Indígena (ONIC) condenó lo que calificó como una «grave situación humanitaria» en Colombia, permitiendo a los narcotraficantes actuar con impunidad.

La cadena de televisión Telesur informa que la banda paramilitar Black Agile Capital Black amenazó a 56 personas tribales y mató a 33 líderes tribales solo este año.

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