En Euro 2020, no hay isla en las semifinales

Inglaterra, con la excepción de principios de la década de 1990, siempre ha producido jugadores. Donde siempre te quedas corto en cómo lo usas. Siempre has llegado a una Copa del Mundo o un Campeonato de Europa y te has visto superado por equipos que usan sistemas que no entiendes del todo, o por equipos con más flexibilidad táctica, o por jugadores con tecnología superior o mayor aptitud.

Eso ha cambiado, y ha cambiado porque todos los equipos de Southgate, en algún momento de su joven carrera u otro, han estado expuestos a ideas importadas.

Parte de eso es sencillo: Kane fue convertido en uno de los mejores delanteros del mundo por el entrenador argentino Mauricio Pochettino, con una plantilla mayoritariamente española. Jordan Henderson se ha convertido en un líder natural bajo la atenta mirada de Jürgen Klopp. Sancho y Judd Bellingham fueron a la Bundesliga para terminar su educación; Bielsa le hizo a Phillips lo que Guardiola le hizo a Locker, Stones, Foden y Sterling.

Pero la mayoría de ellos son indirectos. Jordan Pickford, el portero, se animó a trabajar en su distribución porque eso es lo que exige la élite del fútbol europeo. Harry Maguire se siente cómodo definiendo una zona, no un jugador, en jugadas a balón parado porque este enfoque fue popularizado en Inglaterra hace 15 años por los entrenadores europeos.

La brillante variedad de jóvenes estrellas prometedoras que figuraban en el equipo de Southgate fueron traídas a través de las academias donde el entrenamiento, si no siempre los propios entrenadores, estaba en consonancia con el pensamiento europeo, particularmente el español. La gran revolución del desarrollo juvenil en Inglaterra, titulada The Elite Player Performance Scheme, está diseñada en parte para la tradición de alojamiento de talentos calientes que ocurre en Francia y nuevamente en España.

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Sus productos están formulados en equipos que siempre juegan con estilo y utilizan un enfoque que va en contra del internacionalismo. No solo por su forma de jugar, sino por su forma de entrenar e incluso por lo que comen: han pasado poco más de 20 años desde que Arsene Wenger llegó al Arsenal y, en términos de fútbol inglés, inventó los espaguetis.

Phillips, figurativa y literalmente, ha sido moldeada durante los últimos tres años por el intenso e implacable interés de Bielsa. Este es el resultado final: desde el estancamiento hasta las semifinales de la Eurocopa 2020. Su historia es fascinante, pero no es una excepción. Es la norma.

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