‘El fútbol me ayudó a sonreír de nuevo’: Colombiana agradece al deporte por su recuperación tras accidente debilitante

Reflejos
  • A fines de 2020, Sahili Carreiro perdió un brazo en un terrible accidente laboral.
  • Dice que volver a jugar al fútbol es «como una terapia».
  • El colombiano ahora está entrenando al equipo Amma en su club.
Cuando la Sra. Carrero decidió regresar al campo de fútbol en Australia, dice que se sintió intimidada y justificada, además de insegura.
Dice que su salud mental se deterioró después de perder el brazo en un accidente laboral.
Sin embargo, dice que el fútbol ha demostrado ser crucial para mejorar su salud mental, obligándolo a «vivir el momento» hasta el punto en que a veces se olvida por completo de su discapacidad.

«Solo jugué unos 15 minutos en mi primer partido y cuando terminó el partido lloré de alegría porque sentí que todo se había detenido, todo estaba igual que antes (el accidente), no me había pasado nada», dijo la Sra. Carreiro. le dijo a SBS Español.

«Estaba disfrutando el momento, todo estaba bien, paz, tranquilidad, todo estaba bien».
La estudiante de Columbia con sede en Melbourne dice que siempre supo que sería difícil volver a jugar fútbol después de perder el brazo.

«Tenía mucho miedo porque mi inglés no era el mejor. Además, psicológicamente, la gente te mira sin un brazo y dice: ‘No lo vas a hacer bien’. Puedo hacerlo», dijo.

La joven colombiana llegó a Australia en 2020, entusiasmada con el progreso que había visto en su hermano mayor, quien ya llevaba un tiempo viviendo en el país.
Como muchos estudiantes internacionales, la Sra. Carreiro dice que comenzó a estudiar y a buscar trabajo tan pronto como pisó suelo australiano.
Con su inglés limitado, pudo trabajar limpiando casas después de unas semanas, dijo.
Pero los ingresos eran insuficientes, dice, por lo que siguió buscando trabajo y finalmente consiguió un trabajo en una fábrica de alimentos en Victoria.

Sin embargo, apenas llevaba tres meses en su nuevo trabajo cuando tuvo un accidente grave en el que su mano quedó atrapada en una máquina, dijo.

Me desperté en el hospital y encontré mi mano atada pero podía ver mis dedos. En mi mente pensé: ‘Todo está bien, no es grave, me salvaron’. No recuerdo muchas cosas. Todavía no recuerdo.

Sahilí Carrero

Sin embargo, después de meses de operaciones e infecciones persistentes, Carreiro dice que los cirujanos le dijeron que tendrían que amputarle el brazo para salvarle la vida.
“En ese momento estaba sufriendo mucho en el hospital, tenía mucho dolor, entonces dije: ‘Sí, quiero vivir, no me importa, quítatelo. ¡Quítatelo!’ ella dijo.
La cirugía de la Sra. Carrero duró más de 11 horas, e incluso entonces, fue un toque y se fue debido a una fuerte infección.
Un par de semanas después, dice que estaba mucho peor, pero le esperaba una larga recuperación, tratamientos y terapias. Así que durante los siguientes meses, dice, vivió en el hospital tratando de adaptarse a su nueva realidad.
Ella dice que su mayor motivación fue regresar a Colombia para sanar con familiares y amigos.
Sin embargo, como se trató de un accidente de trabajo, dice, estaba efectivamente vinculado a Australia para continuar con el tratamiento y la atención, por lo que a regañadientes acompañó a su hermano y comenzó su viaje ambulatorio.

Siete meses después del accidente, dice que sus visitas al hospital han disminuido y ha podido comenzar a planificar lo que debe hacer para seguir adelante con su vida.

Creo que me hizo mucho más fuerte emocional y mentalmente, porque cuando te enfrentas a la muerte, estás solo, sientes un vacío. En ese vacío, me recreé.

‘El fútbol vino a mi rescate’

Los deportes siempre han formado parte de la vida de la Sra. Carrero. Dijo que jugaba al fútbol en clubes desde la infancia.
Para ella, estar en la cancha la obligaba a enfocarse únicamente en ser feliz, por lo que con esa confianza ahora regresa al fútbol, ​​además de Australia.
Hace unos meses, la Sra. Carrero participó en su primer partido con un equipo femenino con sede en el Fawkner Soccer Club en el norte de Melbourne.

«Aunque me costaba correr, todo lo que podía pensar era: ‘¡Gracias, gracias!’ Estaba muy agradecido: ‘Estoy vivo, estoy aquí, estoy practicando el deporte que amo’… Fue algo muy bueno porque mucha gente me miraba y me los imaginaba pensando: ‘Ella ¿Puedo hacerlo? Eso, yo puedo hacer eso”, dijo la Sra. Carrero.

La joven colombiana dice que encontrarse con los ojos de otros jugadores o espectadores que la miraban con curiosidad, incluso con extrañeza, al principio lastimó sus sentimientos.
Lloré mucho por las noches, pero poco a poco pude convertir esa mirada curiosa en motivación para demostrar que puedo jugar como cualquier otro jugador y al mismo tiempo inspirar a la gente.

Pero dice que su momento decisivo personal llegó cuando anotó su primer gol en el campo australiano.

Seguí llorando, gracias por todo lo que está pasando. Porque a pesar de todo lo que me pasó, dije: ‘Estoy aquí, lo estoy haciendo’.

Sahilí Carrero.

La Sra. Carrero está en el proceso de construir una nueva vida. A dos años de su accidente de trabajo, de alguna manera trabaja todos los días en su recuperación, yendo a citas de terapia, asistiendo a prácticas de fútbol, ​​y como si fuera poco, se ha convertido en entrenadora e inspiración. Un grupo de mamás de fútbol.
Dice que actualmente está buscando un trabajo en el que pueda ayudar a otros, ya sea en deportes o trabajando con personas con discapacidades. Sin embargo, dice que no ha rechazado la oportunidad de jugar en la primera división o convertirse en la entrenadora del equipo de fútbol femenino de Australia.

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