La esperanza es un bien escaso en 2023. La amenaza de una confrontación militar entre Estados Unidos y China se cierne, alimentando la expansión militar a una escala aterradora. La extrema derecha agresiva está logrando avances en un número alarmante de países, disfrutando del éxito electoral y reuniendo apoyo en línea y en las calles. Y la inestabilidad en la economía global condena a un número cada vez mayor a la pobreza y la inseguridad económica, mientras una minoría continúa adquiriendo riquezas obscenas.
La Conferencia de Marxismo 2023, que tuvo lugar en Melbourne durante el fin de semana de Pascua, resultó ser un antídoto importante para este panorama sombrío. Como declaró el veterano activista de derecha y radical Gary Foley en su discurso ante unas 500 personas en la noche de apertura de la convención: «Una sala llena de jóvenes radicales serios es una señal de esperanza». Esto marcó la pauta para el fin de semana. El tema constante durante más de 100 sesiones fue que la resistencia proviene de la eternidad, sin importar cuál sea nuestro lado. Un enfoque particular ha sido la escalada de la lucha en Francia contra el presidente Macron para elevar la edad de jubilación, ya que las acciones de los trabajadores están comenzando a perturbar seriamente a la clase dominante en uno de los centros clave del capitalismo europeo. También han surgido luchas en otros lugares, incluso en Irán contra un régimen opresivo, en el Reino Unido por las condiciones laborales y contra la extrema derecha en una variedad de lugares.
La historia y las tradiciones perdurables de la lucha radical aborigen han sido un tema principal, adquiriendo una importancia renovada en un año en que el referéndum de votación aborigen en el Parlamento puede ser tanto una confrontación entre racistas y antirracistas como una artimaña. por un gobierno laborista para asegurar cierta credibilidad izquierdista inmerecida. Abordar otros temas de importancia inmediata, como invertir miles de millones en submarinos de propulsión nuclear para apoyar una futura guerra dirigida por Estados Unidos, así como preservar la historia de resistencia y lucha de la clase trabajadora de Australia, fueron temas importantes destinados a equipar mejor a los activistas de hoy para las luchas que se avecinan.
Después de más de tres años de organizar y hacer zoom en reuniones en línea, la conferencia marcó la primera reunión nacional de socialistas desde que comenzó la pandemia. Con más de 1.300 entradas vendidas, la asistencia provino de casi todas las capitales del país, así como de todo el mundo. La lucha contra el capitalismo es global, reflejada en un gran número de sesiones en las que participaron oradores internacionales, incluidos Estados Unidos, Argentina, España, Francia, Irán, Palestina, Gran Bretaña, Irlanda, Nueva Zelanda y Grecia.
El éxito o fracaso de las luchas futuras para detener la guerra imperialista y defender los niveles de vida de los trabajadores en el contexto del caos económico estará determinado en parte por nuestra capacidad para construir las fuerzas para pelear esas batallas ahora. El Congreso Marxista continúa haciendo una contribución vital a este objetivo.
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