Por Nelson Acosta
LA HABANA (Reuters) – El gobierno colombiano y el grupo de izquierda Ejército de Liberación Nacional (ELN) declararon el viernes un alto el fuego al concluir la tercera ronda de conversaciones de paz en La Habana.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, en nombre de los participantes, dijo que los preparativos para el alto el fuego, que entrará en vigor el 3 de agosto y durará 180 días, está previsto que comiencen de inmediato.
“El 3 de agosto de 2023 se iniciará la plena implementación… del cese al fuego bilateral nacional y temporal con la plena implementación de los protocolos y el pleno funcionamiento del mecanismo de monitoreo y verificación”, dijo Rodríguez.
Rodríguez dijo que la cuarta ronda de conversaciones de paz se llevará a cabo en Venezuela del 14 de agosto al 4 de septiembre.
El anuncio del cese al fuego es una buena noticia para el asediado presidente colombiano Gustavo Petro, quien enfrenta denuncias en su país de irregularidades financieras en su campaña, lo que amenaza otros aspectos de sus reformas políticas y sociales planificadas.
Pietro dijo a los participantes en la ceremonia de clausura en La Habana: «Aquí termina la etapa de la rebelión armada en América Latina». “El mundo de las armas matándose unos a otros… tiene que parar”.
El conflicto en Colombia, que se prolonga desde hace casi seis décadas, ha causado la muerte de al menos 450.000 personas.
El izquierdista Petro, que viajó desde Colombia para asistir al anuncio del alto el fuego, prometió al principio de su mandato un ambicioso plan para lograr la paz total en el país sudamericano que ha estado plagado durante mucho tiempo por un conflicto interno.
Las negociaciones en La Habana se estancaron a mediados de mayo después de que Petro cuestionara la unidad de mando del grupo, lo que provocó una reprimenda del ELN, quien dijo en ese momento que las conversaciones habían entrado en una «crisis».
El ELN es el grupo rebelde más antiguo que queda en Colombia, y las conversaciones son la piedra angular de los esfuerzos de Petro -miembro de los ahora desmovilizados rebeldes M-19- para negociar acuerdos de paz o rendición con los rebeldes restantes y los sindicatos del crimen, así como para implementar completamente un acuerdo 2016 con el grupo rebelde FARC.
México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile son garantes de las negociaciones.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien también habló en la ceremonia, dijo que Cuba ha perseverado en el proceso de paz y logrado resultados, a pesar de pagar un «alto precio» por su participación.
Estados Unidos dijo en 2021 que había designado a Cuba como estado patrocinador del terrorismo en parte porque La Habana, citando los protocolos del proceso de paz, se negó a entregar a los líderes del ELN de la isla después del atentado de enero de 2019 en Bogotá.
“El precio que pagamos es alto, pero no nos arrepentimos”, dijo Díaz-Canel.
(Reporte de Nelson Acosta en La Habana; Reporte adicional de Oliver Griffin y Nelson Bocanegra en Bogotá; Edición de Dave Sherwood, Nick Zieminski y Daniel Wallis)
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